Ayer estuve en el parque de atracciones y hoy a las 6:40 am me he arrepentido. Con la hora pegada al culo, como de costumbre, me ha tocado quitarme la dichosa calcomonía. Con agua, con agua y jabón, con jabón lagarto a secas, con agua oxigená, alcohol, aguarrás... me ha faltado sacar el soplete... no sé si este tipo de “tatus” provocan cáncer como se decía antes, pero lo cierto es que casi me deja la mano en carne viva, y aún me ha quedado un rochón engangrenao la mar de chungo.
Y todo para probar la nueva atracción del Parque de Atracciones: “la tarántula”. Cuarenta minutos de cola para un minuto de velocidad y golpes variados en todo el cuerpo con las barras de protección en una especie de montaña rusa con coches giratorios.Pero merece la pena, en las largas esperas de las colas conoces gente y aprendes muchas cosas, por ejemplo, que cuanto más enseñas las bragas o los gallumbos, según el caso, más guay eres, que un parque temático es una gran oportunidad para enseñar la nueva colección de bikinis del h&m y que los pircins actuales en las proximidades de la boca quedan como el culo y parecen verrugas faciales, (esto es un chollo para los que tienen verrugas y simulan llevar pircins, oye).
De todas formas de todas las atracciones me quedo con la Lanzadera. Afortunadamente hasta el más cotorro se queda sin aire cuando cae al vació. Es un remanso de paz y tranquilidad alejada de los gritos de los machos peninsulares que con brazos estirados demuestran su gallardía mientras sus cuerpos dan vueltas a gran altura, o los grititos histéricos de las femeninas damas que se hacen fuerte a golpe de lupins... yo quiero volver!!
1 comentarios:
Anónimo dijo...
Where did you find it? Interesting read »