Contiene mazo spoilers.
Imaginaos un mundo en el que una vez encontrada la Piedra Filosofal de Harry Potter, tendría controlado el tema de la eterna juventud. Un mundo en el que a partir de los 25 años el crecimiento físico y biológico se parara y quedara en stand by for ever... siempre y cuando tuvieras tiempo para disfrutarlo. Bueno, alegraos, hemos erradicado todas las enfermedades degenerativas, las demencias, artritis reumatoide, osteoporosis, hipertrofia benigna de próstata, sordera, presión arterial alta achacada a la edad... pinta bien, ¿pero no acaberemos siendo muchos?

Pues eso es In time: Una película futurísta que no va nada con el espíritu español, porque nosotros en vez de llevar tatuado un reloj digital con numeritos verdes en el antebrazo indicándonos cuanto tiempo nos queda, lo que llevamos son los relojes Casio de hace 30 años de nuevo a la moda: ese primer reloj que me regalaron y con el que medía el tiempo que tardaban en el baño todos los miembros de mi familia. Dentro de poco tendremos que volver a los de cuerda... Aunque se me ocurre que a nosotros en el antebrazo nos podían poner los años que nos queda de hipoteca por pagar, también estaría chulo, y claro, sería en números rojos...

Total que ayer fuí al cine, y vi una película que para mi sería una mezcla entre Bonnie and Clyde, Robin Hood y Momo. Una temática que ahora está de rabiosa actualidad.

Podría resumirse en un sistema capitalista en el que la moneda de cambio son los minutos de vida que te quedan. La clase obrera se mata por ellos en el ghetto mientras los millonetis (en este caso se llamarían eonetis, esos que saben de especulaciones), viven en las afueras a todo tren. Son los que se dedican a soltar rumores de lo mal que están determinados países europeos para aumentar su prima de riesgo y chuparles las tripas a lo Walking dead...

Bueno, de ahí surgen dos almas indignadas que quieren reventar el sistema repartiendo el tiempo entre los pobres... lo cual no es difícil si a pesar de tener tanto adelanto genético hemos descuidado la seguridad de los bancos, de las casas, de la propiedad de armas... En realidad toda la película es lineal y sencilla, pero son las cosas de la justicia que a todos nos atraen: la posibilidad de que un día los pobres sean ricos y los ricos se jodan, aunque sea solo por un par de días.

Lo mas triste de todo es la figura de El guardián del tiempo. Lo que vendría a ser el madero de la película. Un pobre hombre (el heredero de Origen) nacido en el Ghetto que con sudor y lágrimas prospera haciéndose poli currante explotado y cuya única ilusión en la vida es mantener el orden establecido... vamos, el típico obrero de izquierdas que daría su vida porque gobernara la derecha. De llorar.

En realidad es una película muy realista porque te imaginas a todos los del Ghetto con sus tiendas de campaña, hablando de la no violencia y la erradicación del capitalismo y se te saltan las lágrimas... y piensas; "'No debe haber nadie inmortal si para ello una sola persona debe morir"


No se por qué siempre he estado totalmente en contra del geneticismo y totalmente a favor del ambientalismo. No me mola nada estar determinada genéticamente, porque es algo que te quita la libertad y me niego.

Cuando Watson decía:
“Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger -médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón- prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”
la ídea me parecía cuanto menos excitante. Pensar que todo se puede conseguir con los estímulos que puedas proporcionar a un ser humano me ponía to burra...

Por eso cuando las madres que me rodean me dicen que los niños y las niñas son distintos en su comportamiento nada mas nacer, se me revuelven las tripas. Me dicen que las niñas son miedosas, les gusta el rosa y las princesas Disney y que a los niños les encanta moverse y hacer el bruto subiéndose al sofá y que esto es genético me guste o no. Me han llegado a decir que si le das un coche a un niño bebé, automaticamente lo pone en la mesa y lo echa a rodar haciendo rum-rum... y yo les digo que eso es sexista y que se lo den a un niño himba a ver qué hace con él, si no te lo arroja al jerote.

No me canso de explicar el experimento que nos contaron en psicología evolutiva en el que soltaban a una bebita con cinco mujeres y estas interactuaban con ella dándole muñecas y acariciándole las sonrosadas mejillas. Decían que era super dulce y su llanto música celestial mientras la arropaban para que no se enfriara y le decían que era bellísima y que pronto podría irse con ellas de compras al prenatal ya que se acercaba la época de rebajas.. luego a las mismas mujeres le soltaron a un bebote y a éste le lanzaban por el aire, le pellízcaban las nalgas, le daban trenes para jugar... y decían que su llanto era ronco, que una vez conseguido el juguete ya no las escuchaba porque solo estaba a lo suyo, con sus trenes.... evidentemente la gracia estaba en el que ambos bebés eran el mismo y esas mujeres, representando la sociedad, estaban marcando las diferencias entre ambos...

Es que esto empieza aquí y luego los "expertos" pasan a decir que el cerebro de la mujer es mas pequeño que el de los hombres, que nosotras no tenemos visión espacial, que no tenemos puntería, que somos más dadas a expresar nuestras emociones... y yo me niego a creerlo, pero claro, un día vas al super del barrio y te encuentras a dos amigas con sus hijos en la cola, y uno de los niños empieza a tocar las teclas de la caja registradora de al lado que está inoperativa... la amiga de su madre le dice: "Alvaro, no toques la caja que luego se les descuadran las cuentas" dándoselas de ética, y el niño le dice: "mentira, esto funciona con una llave, yo no voy a descuadrar nada", la señora se lo cuenta a voz en grito a su amiga, la madre del niño, que orgullosa, empieza a gritar a todos los del super: "Qué celebro!! qué celebro!" y yo desde la fila de los consumidores que queremos reactivar la economía del país pienso: "celebra que ha salido al padre..."


El otro día estuvimos recordando cuando había dos cadenas de televisión únicamente... qué tiempos. Eran unos tiempos muy duros, no había crisis pero tampoco teníamos dinero para copas de yogur de chocolate y nata, ropas de marca, libros de texto de primera mano, tartas y bollos en días que no fueran cumpleaños, y evidentemente, no teníamos dinero para tener un vídeo. Vamos, que cuando le dijimos a mi padre de comprar un vídeo el contestó con toda seguridad: "vale, así nos llevamos la tele al pueblo".

En mi casa teníamos gustos muy dispares. Mientras en la sobremesa de no se que día de la semana mi hermana deseaba con todo su candor ver La casa de la pradera en la 1, mi hermano destilaba violencia mientras exigía ver La Masa en la 2, y yo ahí en medio, acojonada por si ganaba mi hermano rezaba porque mis padres se chinaran y apagaran la tele. Cuando ganaba mi hermano yo me piraba disimuladamente como si fuera al baño y me escondía en el pasillo... cuando el increíble Hulk entraba en trance y empezaba la transformación yo me cagaba encima pero no podía dejar de asomar la cabeza por la puerta del salón para ver como le estallaba toda la ropa y se ponía verdako. No sé por qué narices no podía dejar de mirar si luego tenía pesadillas, pero no podía evitarlo. Es algo que nunca entenderé. Aún hoy en día sigo buscando en el cine películas de miedo sabiendo que luego me giñaré en la cama imaginándome que alguien me coge el pie por debajo de la sábana como en Paranormal Activity....

Imagino que no podemos evitar de mirar aquello que nos produce sensaciones, sentimientos... sean buenos o malos. El otro día vi a las 7 de la mañana, mientras me tomaba mi glorioso Cola cao con galletas, como apaleaban al Gadafy hasta cargárselo... hubiera agradecido que esas imágenes estuvieran censuradas pero no fue así. Luego al comentarlo en el trabajo la gente decía: "pero qué se veía, qué?! " deseando que les narraras como le caía la sangre y como su cara de gili devolvía cada ostión. Pero lo más gracioso es que luego vamos de puritanos y si en un programa de televisión hacen un espectáculo de magia y simulan que le cortan la cabeza a Dani Martín (el del Canto del loco) la peña crea un trend topic del tema porque le parece una salvajada jugar con la ternura e inocencia de sus fans. Nos parece mucho mejor ver en la tele las asquerosas andanzas en carne viva de los colaboradores del Sálvame, mucho mas educativo que un truco de magia sin más... ¿por qué nos molará tanto el morbo? ¿por qué cuando queremos somos mas finos que el pellejo de una mierda? ¿por qué esa doble moral? me pregunto yo.


Una entrada más de los millones que hay ahora en internet sobre este tipo, del cual yo no sabía absolutamente nada.
Ahora me encuentro con que en un par de días piloto sus inventos cronológicamente, su religión y los hijos que ha tenido antes y después del matrimonio, ilegítimos y no, las razones de sus padres para darlo en adopción, el dinero que dió a causas benéficas y el año en que fue despedido de Apple Computer para 12 años después volver a entrar como director ejecutivo.

En la televisión, internet y periódicos no hacen mas que preguntarnos movidas sobre los visionarios, si nosotros hemos sido visionarios en algo (sí, en la expulsión de Maria Jose Galera en la primera edición de GH), en qué ha cambiado este señor nuestras vidas, si lo consideramos más o menos importante que Einstein... perdonénme, para mi, el gran visionario de este tiempo es John de Mol... y ya sabéis por qué.

He de reconocer, aun a costa de que muchos me critiquen (siento defraudarte Elena Q.), que este tio no ha aportado nada a mi vida. Aún hoy en día cuando mis amigos se ponen a hablar de i-pods, i-phones, i-books e i-pads tengo que hacer un alto en la conversación y sacar mi i-libreta para apuntar qué es cada cosa y qué diferencias tienen. Yo estoy muy orgullosa de ser una inculta. Creo que la mejor herramienta que se incluyó en el móvil fue el espejo, ahí llegó la revolución.
Yo no quiero tener 1.000 canciones en mi aparato de música, que nunca me da tiempo a escucharlas todas. C
on una cinta de dos caras con 12 me valía, aunque agradezco la reducción de peso, ir con el walkman era una carga. Paso de ir con ninguna tableta que no sea de chocolate a ningún lao, para qué? para jugar al tetris?. Yo paso.

Pero si yo soy nula para las tecnologías, más lo es cierto miembro de mi familia cuyo nombre no quiero dar, que cuando se compró sus primeros cascos para el mp4 fue a la tienda a decir que se los habían dado mal de fábrica porque uno de los cables era mucho mas largo que el otro. El señor dependiente debió de ser muy simpático con ella mientras le explicaba que el largo era pasárselo por detrás del cuello... claro, eso no lo pone en las instrucciones. El otro día se compró un Smartphone y cuando me puse a ver como iba eso me dijo que esperara, que antes tenía que enceder el módem... es por eso que el otro día estando en el metro y viendo su mail pensó "mierda, me he dejado el módem encendido en casa"... Y es que la tecnología, por mucho que flipe a unos cuantos, a otros nos la suda.

Sí he de reconocer que estéticamente el tio se lo ha currado, el color rosa fuxia que usa es muy elegante a la par que sencillo. La verdad es que son pijadas que molan. Cuando vi el smarphone de mi familiar, cuyo nombre no quiero dar, me flipé al hacer grande el texto de mi olvidado blog, y me dije: "yo quiero uno", pero ¿para qué?. Estoy 6 horas al día pegada a un ordenador y cuando llego a casa no lo quiero ni ver, no tengo twiter ni lo quiero, el exceso de información me estresa, cuando necesito saber si la canción de "Todo tiene su fin" es de Tijeritas, La Húngara, El Barrio o Medina Azahara, puedo esperar hasta llegar a casa y mirarlo en internet tranquilamente... claro que a mi tampoco me ha aportado nada Einstein, porque su teoría no la entiendo, y para cuando la entienda, lo mismo ya está absoleta y lo que se llevan son los neutrinos...


Hoy necesito hacer un post de denuncia, como la foto que hice en el fotomaratón del barrio a la que no me voté ni yo misma... jeje.

El otro día viendo el hormiguero me quedé un poco flipada con la entrevista que le hicieron a Carolina Cerezuela (la que ahora anuncia el gazpacho).

No se si sabéis que hace unos meses ha sido madre, y eso a mi me llega y me parece suficiente como para escuchar con atención lo que tenga que decir.
Pues le preguntó el Pablo Motos que qué le parecía el método Stivill para dormir a los bebés y dijo que bueno, que a ella le encantaba la Psicología y que aprovechando el ser madre había leído mucho sobre el tema y que el método Stivill (que consiste en que a la hora de irse a la cama se deje llorar a los niños que tienen una patología del sueño y con 18 años siguen durmiendo en la cama de sus padres) era poco mas que una manera de crear niños inseguros, dependientes, sin confianza en sí mismos, sin figuras de paternas de referencia: psicópatas emocionales que acabarían suicidándose por no poder conseguir un último chute de heroína...

Me quedé bastante muerta porque está claro que hoy en día cualquiera puede decir lo que le salga del pijo en la tele y más siendo una cara bonita. Más me flipé cuando dijo que desde que nació su bebé le dió biberón con la excusa de que así el padre hacía algo... no te jode, qué fácil es tener un bebé que duerme de puta madre y criticar a los que están desesperados con los suyos, pero a la hora de verse cada dos o tres horas sacando la teta para crear el vículo materno filial y dotarle de un sistema inmunológico del quince, qué fácil es poner la excusa de que lo alimente el Moyá...

Me imaginé a cientos de padres viendo la entrevista y sintiéndose culpables por haber dejado llorar a sus hijos en algún momento de sus vidas... y es que está claro, la Psicología es una ciencia barata.

Aún recuerdo con desagrado cuando Lorena Bernal fue elegida Miss España y le dijeron que qué quería hacer con su futuro. Con mucha seguridad en sí misma (está visto que esta no durmió con el método Stivill) dijo que sería Catedrática de Psicología.... yo en ese momento estaba estudiando la carrera y lo único que quería era aprobar Neurociencia, claro que yo no soy muy ambiciosa... pero es evidente que para la gente de a pié es una cagarra de carrera y con leerse un par de libros ya puedes opinar sobre el Conductismo, y si ganas un certamen de belleza, puedes ser catedrática... y todo el mundo puede llamarte histérica, borderline, obsesiva, ansiosa o bipolar... sin tener ni idea de lo que es, y encima estos diagnósticos gratuitos siempre van en forma de insulto. La gente no va por ahí diciéndo: "es que mi prima tiene una enfermedad pulmonar obstructiva crónica" para meterse con ella, pero sí "es que es bipolar, porque un día me saluda y otro no..." ¿?.

Con lo cual quiero reclamar un poco dignidad para esta ciencia que dicen vende humo, que somos muchos los que nos hemos pasado cinco años estudiándola para que se le falte así el respeto.
Pues eso, que si lo llego a saber, hago FP.


Tengo que defenderme de unas duras acusaciones que últimamente me pesan en el alma. Me siento como el pobre Carlos Carretero cuando por unos inocentes y jocosos comentarios por teléfono acerca de lo que le gustan los billetitos en sobres metidos le inculpan de estafar a la Seguridad Social... cuando lo único que quiere decirnos es que le gusta que el dinerito esté bien guardado y clasificadito para que no se le pierda, mucho mejor que meterlo en bolsas de basura, no?.

Pues eso, que a mi se me está acusando de ser una maruja y por ahí no paso.
Y todo porque ahora veo en la tele unos programas quizás menos culturales que lo que veía antes (dícese Gran Hermano).

Lo cierto es que cuando era festivo en mi Comunidad y estaba en casa ponía la tele y veía a AR, y me parecía una mierdaka en la que no acababan de decir nada. Me daba mucha rabia ver que Ana Rosa era como un totem de sabiduría que raramente decía alguna frase, (para eso ya estan sus 34 colaboradores) haciendo malabares para andar sobre unos incómodos tacones que evidentemente le debían de pulir los pinrreles. Yo lo siento pero no podía dar ninguna credibilidad a una señora que un día quiso escribir una triste novela y para eso contrató, ella o su editorial amiga me da igual, a un negro y luego no fue capaz ni de leerse la obra maestra...

Tampoco podía ver Hombres Mujeres y Vicecerda porque era una basura de ficción completamente guionizada en la que unos supuestos pivones (hay ver los truñotes que se cuelan de vez en cuando) querían salir en la tele, ir a las discotecas a hacer bolos y sentir que lo importante en la vida era un amor basado en citas de 5 minutos y confidencias de parvularios...

Sálvame me parecía lo peor del mundo y los gritos reiterados de sus mercenarios (asesinos de intimidades) me taladraban el hueso, el yunque, el martillo, el tálamo y el lóbulo occipital.

Y a día de hoy se me acusa de haber cambiado de gustos y haberme vuelto una marujona sin criterio televisivo enganchada a estos programas en lo que friega los platos y pasa la aspiradora... ¡¡con lo que yo he sido!!. Pero qué fácil es criticar por parte de los que tienen un trabajo de ocho horas diarias o más que se quedan sin tiempo y sin ganas para ver la tele. Ahí me gustaría verlos a mi, de repente con una baja laboral de meses en casa metidos si opción a salir mucho a la calle con 60 cadenas de televisión digital a cual peor... ¿qué harían? ¿leer a Dostoievski? JA!!

Yo al principio me intenté resistir, no quería ver esos vodrios. Miraba la tele sin escucharla, más bien miraba el polvo que se le iba acumulando, pero poco a poco los mensajes fueron taladrando mi celebro, los colores de la ropa de la gente de la tele hicieron que la imagen me llamara poderosamente la atención, de pronto empecé a familiarizarme con los colaboradores de AR, con los pretendientes de HMYV, los peinados de Enma García a tenazilla, la colaboración odiosa de Cristina Tárrega, las acertadas opiniones de Bibi Andersen, el tronista cautivador (Abraham), el tronista al que le cortaría los huevos a mordiscos (el Reche), lo repulsivo del pelo y la persona de Pipi estrada... y al final acabé enganchada totalmente a las mañanas de telecinco. No puedo evitarlo, pero es que ahora entiendo a todas las marujas del mundo, estar en casa te hace ser lo que eres, no es una cuestión generacional ni genética, sino ambiental. Dame horas a mansalva de ocio y te haré una maruja del quince!!

Si eso otro día hablo del 15M...


A veces me vienen a la mente recuerdos de mi infancia, esos que quedan en el subconsciente almacenados y que si no les das brillo, ahí se quedan de por vida cogiendo polvo en la mielina de sus conexiones neuronales... y me da pena no recordar con mas frecuencia esas tarde de verano en el barrio, en los años ochenta (fue la mejor década para escribir un blog, la verdad), cuando con un duro te comprabas un escalofrío y así tirabas toda la tarde, cuando los yonis paseaban por el parque impunemente dejando caer sus jeringas entre los matorrales o ni eso. Era tan fácil encontrartelas por el suelo!, pero las madres no montaban ningun espectáculo por ello, si llega a ser ahora... te limitabas a observarlas en grupo y ver lo asquerosas que eran.

Los yonkarras de mi barrio iban con sus chaquetas vaqueras y sus Jumas y solían frecuentar el "Sobaritas": un bar cutre al que nunca faltaba la clientela. No les costaba nada acercarse a las niñas del barrio a pedirles papel albal y suplicarles que subieran a sus casas a por él, aunque fueran las 10 de la noche... claro, que eso nos pasa a "la eli" y a mi por estar a esas horas en el parque comentando el último capítulo de "V"...

Me acuerdo de Almu, de esa amiga con problemas que tan feliz nos hacía a todos con sus historias. Era tan auténtica que teniendo 10 años y deseando ser mujer se echaba mercromina en sus partes bajas simulando tener la regla para ir corriendo a enseñárselo a toda su familia... ya eran ganas. Y me acuerdo de esa tarde que estando todos trasteando por la plaza se encontró un sobre blanco con dinero. ¿Quién no ha soñado con eso? pues Almu se encontró 20.000 pelas en un sobre y de todas las cosas que podía hacer lo único que se le ocurrió fue decirnos a todos los que ese día estábamos en la calle con ella era que qué queríamos que nos comprara...

Nos metimos todos en los frutos secos y nos compramos un Negrito cada uno... esto era un lujo del quince puesto que no podíamos acceder mas que al Popeye y si me apuras, al Drácula. El Emilio, el dueño de la tienda, salió raudo a asesorarnos intuyendo lo que había pasado. Nos dijo que repartiéramos el dinero entre todos... que listo, para que nos lo pulieramos en su tienda. Pero no fue así, nos fuimos a Copasa (donde pocos años atrás robé el naranjito) y nos compramos todos unos tubos de colores que se colgaban en el cuello para llenarlos de monedas o de escarabajos, eso era al gusto del consumidor. Y seguimos nuestra tarde de compras.

En una de estas yo subí a mi casa con la Eli a por el bocata y le contamos lo sucedido a mi hermano. Él, con mas vista que nosotras nos dijo que no aceptáramos ni un regalo mas de la Almu, imagino que sospechando que esos billetes estaban manchados de heroína... La Eli y yo, obedientes que éramos le dijimos a nuestra amiga, con lágrimas en los ojos, que no queríamos nada más... así que pasamos el resto del tiempo viendo como los demás se seguían comprando variados accesorios mientras se nos caía la baba. Hasta que llegó el momento que todo niño en esa situación debe evitar a toda costa: Almudena le dijo lo que había pasado a su madre... como os podéis imaginar la señora afiló los incisivos, erizó sus pelánganos, echó para fuera sus garras, enganchó el sobre con las zarpas y mandó a su hija para la calle con el bote de colores colgando tristemente cual vulgar botafumeiro del cuello.

Y así fue como se acabó la tarde del sueño de verano. Así fue como se terminó la sensación de que el mundo estaba a nuestros pies y que todo lo podíamos conseguir. Por una tarde fuimos millonarios en ilusiones y lo siento por los jonis que perdieron la pasta, pero yo nunca olvidaré lo dichosos que fuimos seis niños de barrio comiendonos un Negrito entre risas y buen rollo. Y ahora que han pasado los años me acuerdo de la Almu y no se como le irá la vida, la última vez que la vi ella iba en un coche y yo andando, al pasar a mi lado sacó la cabeza por la ventanilla y se puso a gritar mi nombre mientras ser reía a 80 km por hora... espero que sea feliz, tanto como se merece y más. Tanto como lo fuimos nosotros por ella. Gracias Almu.


No se si os ha pasado alguna vez que la imaginación os ha traicionado...

Esto fue un sábado normal en los que salíamos por ahí a bailar y tomarnos algo todos los colegas junto con el adosado de turno que no tenía grupo de amigos propio y se adhería vilmente al de uno de sus conocidos con los cuales no tenía nada en común. Bailaba con los codos para afuera tipo pollo y se movía con mucha celeridad, era un peligro y eso que no bebía. Lo bueno es que a su lado siempre corría el aire...
Bueno, pues ese fin de semana yo estaba en casa sola con mi hermana, que agotada se había quedado en kely. Cuando llegué a las 4 de la mañana la graciosa Pepi se había dejado la llave puesta por dentro desconfiada como es ella... ahí empezó mi recuerdo a las clases de Fisiología.

Durante una hora estuve llamando al timbre y no se despertaba... pensando que podría estar en alguna de las fases del sueño profundo de actividad delta (fases 3 y 4) en las que no hay casi tono muscular ni forma de despertar al durmiente dejé pasar un ratillo a ver si como esto es cíclico se pasaba a las fases de sueño más ligero... Así que bajé al portal a llamar por el telefonillo otra hora entera, por si estaba en la fase 2 del sueño reparador de ondas theta en la que desconectamos del entorno sensorial... pero no hubo suerte.

Yo ya empezaba a pensar que la soledad le había herido en el alma y que se había puesto ciega a gintonics viendo Informe Semanal y que así el coma etílico le había vencido...

La fase 1 tampoco llegó: la de las ondas alfa en las que te empiezas a dormir con el hilillo de baba colgando. La fase de sueño hiperligero no existía en ese peligroso sueño de la agotadora vida de mi hermana. Esta fase es mi favorita porque aquí se dan unas alucinaciones muy cachondas, las hipnagógicas, en las que se conjuga la relajación muscular con el estado de seminconsciencia provocando la sensación de que alguien o está encima tuyo y te impide moverte... esto mismo puede pasar cuando uno empieza a despertarse y entonces son alucinaciones hinopómpicas. Mucha gente cree que se vuelve loca o que le quieren violar cuando le pasa esto y es muy gracioso, pero nada, mi hermana no pasó por esta fase esa noche. No tuve suerte con estas cuatro fases del sueño No Rem.

Me fuí a la cabina de teléfonos (ande habrán quedao) y la llamé durante otra hora... pero nada. Ya me daba igual que estuviera en la fase de sueño Rem: en la que soñamos con rápidos movimientos de ojos pero sin movilidad (no vayamos a liarla representando nuestra vida onírica) ... total, que volví al timbre de la puerta, desperté a varios vecinos y al final por consenso popular (eso parecía una de las juntas) llamamos a un cerrajero de urgencias que con un taladro de broca del ocho despertó a los vecinos que quedaban despiertos. Recuerdo al del noveno sin camiseta y los pelos de actor secundario Bob... yo me rilaba por los perniles porque hacía a mi hermana tirada en la ducha cual vulgar Carmina Ordoñez hasta que por fin se le oyó la voz de susto gritando que qué pasaba... jaja, tiene que ser un dulce despertar encontrar que te taladran la puerta mientras al otro lado todos los vecinos en pijama miran por tu mirilla... pero peor estuve yo con las mil historia que me había montado en mi cabeza...

Desde entonces no dejamos la llave puesta por dentro y no bebemos gintonic mientras vemos informe semanal...


Desde que era ñaja siempre ha habido un momento en la vida que he temido a muerte, un momento que otras personas ansiaban que les llegara y que yo siempre lo he visto como lo peor por lo que tiene que pasar una persona. Es cosa de mujeres, pero mientras unas lo desean a muerte yo veía en él el culmen del dolor y el miedo: sentir como tu cuerpo se abre literalmente por la presión, como se te desgarra toda la rajeta al paso de tres kilazos (si hay suerte) y como sale un ser vivo de tu interior embadurnado en sangre y olor a vísceras... bonito, ¿eh?.

Pues el día me llegó, como todo en la vida.

Después de 9 meses de embarazo y sin ningún problema mas los que me ha dado toda esa gente que por empatía te pone la cabeza como un bombo (como si no tuvieras ya uno) con consejos de vieja no requeridos e imperativos del tipo: no tomes el sol embarazada que el niño coge cáncer, no comas lechuga, ni carne, ni fiambre, ni queso, ni verduras en general, ni atún, no toques tierra, no te estires, no te agaches, no cojas peso, no hagas esfuerzos, no dejes de hacer gimnasia, no corras, anda horas, no te agotes, y no te pares, no vayas en bici, no fumes, no bebas, no dejes los vicios que te estresas, no tomes medicamentos, no te enfermes, cuídate, no mires internet... y el momento llegó.

Ese día llegas con la cabeza llena de las experiencias paritarias de toda la gente que te ha visto la tripa y no ha podido evitar contarte como a alguien conocido le tuvieron 3 días de contracciones o le desgarraron hasta las costuras de los calcetines... en mi caso todo empezó la noche de nochevieja, después de un expléndido ágape familiar los pulmones de mi hijo mandaron una señal a la placenta para decirla que ya estaba preparado para salir, así que encharqué de líquido amniótico la tapicería de la silla favorita de mi suegra y corriendo seguí el protocolo que nos explicaron en las clases de preparación al parto. Me fui a mi casa muy tranquila (unos cojones), me duché, revisé mi hatillo, me relajé, y para la maternidad.

Esa noche en la calle los chavales salían de sus macrofiestas vestidos de gala y oliendo a guiski de garrafón... pero yo a lo mio: lo que no te cuentan en los cursitos "la antesala al paritorio".
Nada mas llegar una matrona me metió la mano hasta el fondo, hasta que encontró el tope de un bebé, luego llegó una ginecóloga y me volvió a hacer lo mismo, (en vez de preguntar a la que me lo acababa de hacer debí de gustarla y me volvió a explorar, y digo explorar porque me sobó todos mis interiores). Esto me lo hiceron un par de veces más llenando de sangraza el suelo: dicen que para ver la dilatación del cuello del útero, yo creo que lo hacen para que el parto al lado de esto sea hasta agradable... y así es.

Las contracciones son curiosas pero no pasan de ello. La gente me decía que era el dolor de la regla elevado a la máxima potencia, yo con mi experiencia digo que una mierda. Tengo amigas que cuando sentian los dolores de la regla se daban cabezazos con la pared por el simple hecho de sentir algo distinto que le distrajera de tan anguistioso sufrimiento.. para ellas las contracciones del parto son moco de pavo. Sobretodo cuando sabes que va a venir un ángel con la epidural... mi ángel me pinchó 5 veces porque pillaba vaso sanguineo, se disculpó conmigo anguistiadísima pero yo le habría besado en el ojete porque me dio la vida: en seguida dejé de sentir el dolor y empecé a vivir ese momento como una aventura.

Lo mejor fue picar al matrón criticandole a la ginecóloga y viendo como él la odiaba... jeje, la lucha de clases impera en cada rincón. Me moló ver a la anestesista de cachondeo con la matrona... pero es que era año nuevo y todo olía a fiesta y es que todos los trabajos son un poco gran hermano...

Dilaté, empujé como nos había dicho la matrona (es decir, mal) y ya por fin, empujé con la matrona. Con ella en 10 minutos el churumbel estaba fuera: gritando como un salvaje, conteneando sus pequeñas extremidades, calentito y con los ojos brillantes expectante a lo que se le venía encima, igual que yo. Para nada fue un hecho traumático como me esperaba aunque tener a 10 personas mirandote el chirri es algo angustioso. Ni siquiera el desgarro que me provoqué y ver como me cosían me causó ningún problema, y es que era año nuevo y ya se sabe, "año nuevo: vida nueva".