Esto me pasa por dejarme embaucar hace un año y acabar firmando en una servilleta grasienta de cualquier bar que me comprometía a ir a Marruecos en la Semana Santa del 2010, con el pai, el chuli y el cabra...
Quizás no fui consciente de donde estaba hasta la tarde en la que me encontré rodeada de moras en pelotas exfoliándose las pieles en un hammam, lavandose sus partes pudendas en una especie de bidé de piedra con la largas ubres colgándoles, riéndose y gritando en francés mientras sus velos aguardaban solitarios y tristes en sus taquillas.
Me escandalicé viendo como una se ponía la compresa delante de sus colegas y pude ver que si bien estas mujeres tienen pudor al vestir tal y como reza el islám, no lo tienen a la hora de mostrar su intimidades más intrínsecas. Gracias a dios que no la vi quitándose la usada con los zorongos colgando...
No os voy a engañar, no me molan un pelo los moros. Los prejuzgo a todos nada mas verlos y por ello me asqueaba la idea de compartir sus letrinas, pero mira por donde he vuelto tan melancólica y nostálgica del viaje, sin sufrir secuestro alguno y sin otro altercado que alguna que otra mosca cojonera obsesionado con la propina y el poder arañar algún dirham más.
Puedo decir que realmente Marruecos engrandece el alma... sobretodo cuando vas de turista guay al Riad de turno a las tantas de la noche y te hacen el tallín que sea para tí solo en su restaurante y te dejan sacar tu vino y Mohamed te lo sirve tan contento. O cuando te alquilas en medio de la medina una choza con patio de naranjas incluido y te bebes tus cervezas de contrabando en la terracita mientras oyes a los imanes gritarse unos a otros como si estuvieran en La Gomera llamándose a la oración.
Es un país de contrastes en el que no sabes si llorar o reir cuando ves a los niños en la carretera lanzándote besos y vendiendo yerbajos a cualquiera que vaya en automóvil mientras su padre diez pasos atrás está tirado en el cesped tocandose lo huevarros... cuando en el coche que va delante tuya en la carretera asoma la cabeza un niño y se pone a vomitar (como cuando nosotros íbamos con nuestros padres en el renault 4, dícese la cabra, al pueblo) sin que los padres paren... sea lo que sea es para verlo.
Creo que no olvidaré nunca esas letrinas de gasolinera en la carretera de Beni Mellah llenas de mierda y ese atractivo joven morako de despeinadas greñas sentado en la puerta, con los vaqueros llenos de barro, suciedad y vete tu a saber cuantas clases de adn, mirándonos mientras nos acercábamos mi hermana y yo, al mismo tiempo que nos imaginábamos a nosotras mismas ya robadas y desangradas en el suelo, tiradas con nuestra sangre filtrandose por el desague del urinario...
Las dos que nos acercamos a ver el toilet en cuestión para lanzar un gritito de escándalo ante tal inmundicia... y el chaval que nos mira y caballeroso se levanta para indicarnos amablemente que mejor vayamos a los baños del café de al lado... que sentimiento de culpabilidad me invadió.
Alá tenía que haberme castigado con una diarréa...
9 comentarios:
Apañao dijo...
Me parece a mí, o estas pensando en repetir?
Kujavi dijo...
Nunca he estado en Marruecos pero me encantaría conocerlo. Cualquier año me dejo caer por ahí.
PD Tienes un pop-up desagradable en el blog, revisa los javascript :P
Coda dijo...
¿qué revise los javascript? tú no sabes con quién estás hablando... he tenido que mirar en la wilkipedia que era eso del pop-up porque me has acojonao y ya pensaba que era algo de música tipo bustamante sonando en mi parque... dame mas pistas, de qué es la ventana emergente esa?? ahora mismo me pongo a quitar movidas
Es un viaje recomendable si quieres hachís y comprar barato, ver encinas de 10 metros y bosques de cedros, ser exfoliado por un morako o ver pueblos de barro, pero olvídate de las cervecitas en las terrazas y de hacer turismo sexual...
A me me falta bajar al desierto, eso tiene que ser espectacular...
Kujavi dijo...
Ay loquita! Mucha cosa no has quitado porque la ventana emergente sigue ahí.
Busca en todos los "accesorios" que le has puesto al blog por palabras como "java", "script" o "javascript" y prueba a quitarlos de uno en uno para ver cual es el maligno.
Al quitarlos, copia el texto en un archivo de notas por si quieres recuperarlo en el futuro.
Generalmente, las páginas que te ofrecen contadores gratuitos se aprovechan para ponerte publicidad encubierta. Pillastres. Si necesitas más ayuda te mando unos guardias que tengo aquí en Versalles.
Coda dijo...
A mi estas cosas me alteran mucho... ya sabes que las mujeres y los ordenadores no se llevan bien, ejem.
De momento he quitado un java y he puesto el codigo en un archivo de texto, tal y como tu me has dicho, aunque no estaría de mas que me mandaras a la guardia real, ya vería yo que hacer con ellos...
Kujavi dijo...
No detecto el pop-up así que creo que has seguido mis instrucciones con atino, querida Josefina.
fina y segura. dijo...
Muchas gracias Napo, ya sabes que sin tí no soy nadie, y que lo que sé es gracias a ti y tu paciencia...
si es que, ande esté el ensayo y error que se quiten 5 años de carrera, el proyecto y las prácticas en empresas por dos duros... :P
Fina.
Le Chavalier D'Eon dijo...
Me temo que el pop-up ha vuelto. Me aparece en la parte superior de mi pantalla. Vamos a tener que seguir trabajando duro en ello.
Has quitado ya todos los scripts? Seguro que aun queda alguno
Coda dijo...
Pues vaya mierdaka!!
vale, ya he quitado el contador de visitas, creo que era el último... la verdad es que me hacía ilusión ver el google maps de la gente que entraba en la página, casi podía verles cogiendo el autobús agrandando la imagen...
qué de sacrificios tiene llevar un blog, oye...
muchas gracias chavalete!