Mi cuñado es hijo de un kiwi.
¿Qué pasa, no son las kepchup hijas del tomate? Pues el novio de mi hermana tiene el mismo derecho a ser hijo de un kiwi maduro y a mucha honrra.
Lo mejor, o peor, no sé, es que por parte de madre es Maori: una tribu muy espiritual, pero bastante salvaje. A mi cuando me lo dijeron me dejaron igual que estaba, pero después de conocerle y de que nos contara cosas de sus ancestros, de verdad que respiré tranquila de que ya haya repuesto sus playeras en el Decathlon y que no me guarde rencor por mi afrenta…
El otro día quedamos con él, el pai, el chuli y el cabra y estuvimos hablando de viajar a Nueva Zelanda. Y es que todo el mundo que le conoce se le acopla y quiere ir con él a su isla, ¡cómo somos los españoles!,… estuvimos comentando cómo era NZ, del clima, sus terremotos y de lo importante que era el rugby a nivel mundial (el dice que los All Blacks son el mejor equipo de la historia rugbiana). Yo que no tengo ni guarra del tema me enteré que esta gente tiene una danza muy particular: “el Haka” que interpretan antes de empezar los partidos.
Mi cuñao que es muy ilustrativo de forma de ser nos la representó tal cual y me cagué viva cuando empezó a gritar: abría los ojos poseído, sacaba la lengua como la niña del exorcista y movía los brazos igual que una sevillana enfurruñá todo a la vez. Solo imaginarme al equipo de rugby haciéndolo en el campo me explicaba perfectamente por qué han hecho historia los All Blacks estos…
Nos contó que su gente maorí se tatúa a lo bestia, pero no como se hace ahora en plan: “ponme unas letritas tribales en un hombro, o mejor, mi nombre en élfico, y no me hagas daño que se me enrojece la piel”, no. Los hombres se tiran el moko, (que es como se llama el tatuaje maorí) y se tatúan toda la cara y a ratos todo el cuerpo a excepción de las palmas de las manos y de los pinrreles. Usan herramientas afiladas para punzar la piel como huesos o dientes de animales tipo tiburón y ahí en el boquete sanguinolento echan la tinta oscura indeleble (la que usamos para escribir en los cedeses). El proceso es la mar de divertido y mientras te lo hacen los colegas cantan para así ocultar los gritos desagarrados de los maoris que nacieron en la tribu equivocada… Las mujeres no se tatuaban más que los labios, un poco la barbilla, un poco de la espalda… (me alegré por mi hermana).
De todas formas él lleva unos tatuajes muy europeos y discretos, no olvidemos que él es mas fino que el pelo un kiwi…
Pero la cosa no quedó ahí… ya cogimos confianza y llegamos al canibalismo.
Nos dijo que en épocas de hambruna los maoris llegaban a comerse la tierra y en los mejores casos a sus hijos (mucho más tiernos y sabrositos) y se quedó tan tranquilo. Pero claro, poneos en mi lugar, que yo ya veo a mi hermana pidiendo una excedencia en el curro para irse a Nueva Zelanda con el amor de su vida para no volver. Ahora temo por mis sobrinos, si sobreviven la que pueden liar en los cumpleaños, y no quiero que mi hermana se tatúe el labio porque todas sabemos que los colores endelebles no quedan bien en los morros.
¿Qué pasa, no son las kepchup hijas del tomate? Pues el novio de mi hermana tiene el mismo derecho a ser hijo de un kiwi maduro y a mucha honrra.
Lo mejor, o peor, no sé, es que por parte de madre es Maori: una tribu muy espiritual, pero bastante salvaje. A mi cuando me lo dijeron me dejaron igual que estaba, pero después de conocerle y de que nos contara cosas de sus ancestros, de verdad que respiré tranquila de que ya haya repuesto sus playeras en el Decathlon y que no me guarde rencor por mi afrenta…
El otro día quedamos con él, el pai, el chuli y el cabra y estuvimos hablando de viajar a Nueva Zelanda. Y es que todo el mundo que le conoce se le acopla y quiere ir con él a su isla, ¡cómo somos los españoles!,… estuvimos comentando cómo era NZ, del clima, sus terremotos y de lo importante que era el rugby a nivel mundial (el dice que los All Blacks son el mejor equipo de la historia rugbiana). Yo que no tengo ni guarra del tema me enteré que esta gente tiene una danza muy particular: “el Haka” que interpretan antes de empezar los partidos.
Mi cuñao que es muy ilustrativo de forma de ser nos la representó tal cual y me cagué viva cuando empezó a gritar: abría los ojos poseído, sacaba la lengua como la niña del exorcista y movía los brazos igual que una sevillana enfurruñá todo a la vez. Solo imaginarme al equipo de rugby haciéndolo en el campo me explicaba perfectamente por qué han hecho historia los All Blacks estos…
Nos contó que su gente maorí se tatúa a lo bestia, pero no como se hace ahora en plan: “ponme unas letritas tribales en un hombro, o mejor, mi nombre en élfico, y no me hagas daño que se me enrojece la piel”, no. Los hombres se tiran el moko, (que es como se llama el tatuaje maorí) y se tatúan toda la cara y a ratos todo el cuerpo a excepción de las palmas de las manos y de los pinrreles. Usan herramientas afiladas para punzar la piel como huesos o dientes de animales tipo tiburón y ahí en el boquete sanguinolento echan la tinta oscura indeleble (la que usamos para escribir en los cedeses). El proceso es la mar de divertido y mientras te lo hacen los colegas cantan para así ocultar los gritos desagarrados de los maoris que nacieron en la tribu equivocada… Las mujeres no se tatuaban más que los labios, un poco la barbilla, un poco de la espalda… (me alegré por mi hermana).
De todas formas él lleva unos tatuajes muy europeos y discretos, no olvidemos que él es mas fino que el pelo un kiwi…
Pero la cosa no quedó ahí… ya cogimos confianza y llegamos al canibalismo.
Nos dijo que en épocas de hambruna los maoris llegaban a comerse la tierra y en los mejores casos a sus hijos (mucho más tiernos y sabrositos) y se quedó tan tranquilo. Pero claro, poneos en mi lugar, que yo ya veo a mi hermana pidiendo una excedencia en el curro para irse a Nueva Zelanda con el amor de su vida para no volver. Ahora temo por mis sobrinos, si sobreviven la que pueden liar en los cumpleaños, y no quiero que mi hermana se tatúe el labio porque todas sabemos que los colores endelebles no quedan bien en los morros.
10 comentarios:
juan dijo...
no me hagas mucho caso ("siempre") pero creo que eso que cantan los maories en el rugbi estaba registrado y una especie de SGAE-zelanda les quiere cobrar cada vez que se desgañiten entonandolo...
me cago en ramonzimbamba, ke algo asi se llamara el bicho
Coda dijo...
Pues qué quieres que te diga, hay que tener muchos cojones para encararse al equipo de futbol maorí...qué valor!.
Pues yo me lo voy a aprender, para cantarlo ahora en primavera como rito de cortejo...
Anónimo dijo...
opsss, ese baile esta vetado para las mujeres, como los servicios de la gasolinera marroqui, pero siempre podras empezar el partido de padel bailando el asereje ;)
Anónimo dijo...
Do not worry for the tatoos...no entra dentro mis planes y menos en los morros, pero un viajecito a New Zeland, sí. Lo de la haka es pregunta habitual de los tíos...Me imagino que es como cuando un macho ibérico viaja a Malaysia y los nativos del lugar le preguntan por Raúl del Real Madrid. Si al final somos todos iguales...
Coda dijo...
se me saltan las lágrimas a chorrazos, ¡despues de 5 años ha escrito en mi blog... mi ejemplo a seguir, mi referente, mi inspiración en esta entrada!
mi haka! galopa y corta el viento cuando pasa por el puerto camini to de jerez!!
Apañao dijo...
Yo me apunto a ese viajecito a las antípodas, que hay que conocer las culturas in situ.
Sakis dijo...
Yo estoy acojonaó perdido, ya no sé si quiero conocerle. Tatuarme la calva no es mala idea, eso sí. Lo de ir para allá, enteráos de cómo ha afectado la crisis a NZ, no sea que pasen penurias y no les importe zamparse a guiris despistaos.
Coda dijo...
puf, pues hay que darse prisa en conocerle, el mamón se vuelve a nueva zelanda...
pero es muy gracioso, te va a caer bien, ya verás.
Sakis dijo...
Se vuelve ya?? Cúando? Oggtiá! Y cómo lo lleva my dear cousin?
Anónimo dijo...
Pues jodidilla, pero bueno, ya sabía que antes o después ocurriría... por cierto, como nos lea nos mata, jajaja