El día que me robaron hacía sol y el cielo estaba azul, los pajarillos cantaban y yo llegaba del curro en mi primer día de jornada reducida… todo era felicidad hasta que veo salir a la poli de mi portal, veo gente en mi rellano y todo tirado por el suelo en mi casa. Esto no es muy de extrañar puesto que es la tónica general pero empiezas a ver sospechosos huecos en el lugar de la tele, en el ordenador… y empiezas a presagiar: “ ¡¡a ver si es que la puerta no se ha roto sola y es que me han entrado en casa!!”
Todo estaba por el suelo y algunos “extraños” artículos estaban desaparecidos: la televisión, el ordenador y mi Epilady estaban desaparecidos (el cargador no), la cámara de fotos, la caja con el dinero suelto (la hucha con monedas de dos euros extranjeros no), el gel de baño, las cuchillas de afeitar, (mis obras de arte al óleo y mis tejas acrílicas no) las colonias del Bodybell, el bolígrafo replay (la minicadena musical no) la TDT, el sensor de la WII (la consola no), el pantalón del pijama, una mochila … ¿pero qué clase de ladrones son estos?.
La policía nos dijo que los de la científica estaban ocupados en otra zona del barrio, que podíamos recoger tranquilamente. Así hicimos y nos pusimos a comer algo de pasta (afortunadamente no se llevaron los macarrones). En esto que llaman al timbre (qué detalle puesto que prácticamente no había puerta) y aparecen dos hombres maduros tirando a pochos mascando chicle y mirándonos con cara de desconfianza, acusándonos con la mirada de haber autoprovocado el robo para cobrar el seguro.
- “somos la científica, ¿por qué habéis recogido las cosas?”.Nos dijeron ariscamente.
Pues porque ante todo el orden, no te digo, no me suele apetecer tener los calcetines sudaos o sin sudar tirados por el pasillo (aunque los haya tenido alguna vez) si no los he tirado yo, no te digo.
Esto no les pareció del todo convincente y tuvimos que dar más explicaciones.
- los policías que vinieron nos dijeron que estabais en tal calle a tal hora y que teníais para rato.
Cara de asombro en los viejos, mirada suspicaz otra vez recriminándonos el existir:
- ¿Cómo lo sabían? ¿qué policías eran? ¿los locales? ¿Cómo iban vestidos? ¿eran jóvenes? ¿Cómo coño se han enterado?
- Pues no me acuerdo, creo que eran jóvenes y con chaleco fosforito, pero ¿no van a coger huellas? Aunque las puertas del armario estén cerradas tienen que seguir sus huellas dactilares.. ¿y no quieren saber qué han robado? A lo mejor si saben que nos han robado las cuchillas de afeitar y el aftershaves les da una pista de qué tipo de ladrones estamos investigando…
- Imposible, lo habéis recogido todo ¿pero los policías eran morenos o castaños? ¿el chaleco era amarillo o naranja fosforito? ¿Y lo llevaban limpio o sucio? ¿quizás con alguna arruga?
Joder que profesionales. No les dimos más información y ya moscas con el sistema les echamos de casa mientras los macarrones se nos enfriaban.
Bastante decepcionados tuvimos que seguir el proceso de ir a denunciar a comisaría (dos horas de espera rodeados de delincuentes armados hasta los dientes y llenos de cicatrices y de gente desconsolada), de hablar con el perito, de hablar con la del banco para el seguro, de volver a ir a comisaría para añadir que también nos habían sustraído el shampoo del Hacendado y un cortaúñas… y al poco del ingreso de la pasta, volver a hablar con la del banco, con el perito, otra vez con la del banco porque resulta que el perito al pasarle los datos sospechosamente se dejó cuatro o cinco folios y dos caras pares del informe sin pasar, justamente las que llevaban la tele y objetos de mayor valor, y vuelta al perito que jura que lo pasó todo a la del seguro… al final conseguimos más o menos lo que nos habían robado, al menos lo material.
Pero siempre te queda la sensación de que ya te jode que te robe un muerto de hambre (con ansias de higiene por lo visto), pero que después te robe la peña del banco, compinchada con el perito (el cual tenía su carreraza de ingeniero de telecomunicaciones recién finalizada) te toca bastante las pelotas… en fin, más corre un galgo que un mastín.
La policía nos dijo que los de la científica estaban ocupados en otra zona del barrio, que podíamos recoger tranquilamente. Así hicimos y nos pusimos a comer algo de pasta (afortunadamente no se llevaron los macarrones). En esto que llaman al timbre (qué detalle puesto que prácticamente no había puerta) y aparecen dos hombres maduros tirando a pochos mascando chicle y mirándonos con cara de desconfianza, acusándonos con la mirada de haber autoprovocado el robo para cobrar el seguro.
- “somos la científica, ¿por qué habéis recogido las cosas?”.Nos dijeron ariscamente.
Pues porque ante todo el orden, no te digo, no me suele apetecer tener los calcetines sudaos o sin sudar tirados por el pasillo (aunque los haya tenido alguna vez) si no los he tirado yo, no te digo.
Esto no les pareció del todo convincente y tuvimos que dar más explicaciones.
- los policías que vinieron nos dijeron que estabais en tal calle a tal hora y que teníais para rato.
Cara de asombro en los viejos, mirada suspicaz otra vez recriminándonos el existir:
- ¿Cómo lo sabían? ¿qué policías eran? ¿los locales? ¿Cómo iban vestidos? ¿eran jóvenes? ¿Cómo coño se han enterado?
- Pues no me acuerdo, creo que eran jóvenes y con chaleco fosforito, pero ¿no van a coger huellas? Aunque las puertas del armario estén cerradas tienen que seguir sus huellas dactilares.. ¿y no quieren saber qué han robado? A lo mejor si saben que nos han robado las cuchillas de afeitar y el aftershaves les da una pista de qué tipo de ladrones estamos investigando…
- Imposible, lo habéis recogido todo ¿pero los policías eran morenos o castaños? ¿el chaleco era amarillo o naranja fosforito? ¿Y lo llevaban limpio o sucio? ¿quizás con alguna arruga?
Joder que profesionales. No les dimos más información y ya moscas con el sistema les echamos de casa mientras los macarrones se nos enfriaban.
Bastante decepcionados tuvimos que seguir el proceso de ir a denunciar a comisaría (dos horas de espera rodeados de delincuentes armados hasta los dientes y llenos de cicatrices y de gente desconsolada), de hablar con el perito, de hablar con la del banco para el seguro, de volver a ir a comisaría para añadir que también nos habían sustraído el shampoo del Hacendado y un cortaúñas… y al poco del ingreso de la pasta, volver a hablar con la del banco, con el perito, otra vez con la del banco porque resulta que el perito al pasarle los datos sospechosamente se dejó cuatro o cinco folios y dos caras pares del informe sin pasar, justamente las que llevaban la tele y objetos de mayor valor, y vuelta al perito que jura que lo pasó todo a la del seguro… al final conseguimos más o menos lo que nos habían robado, al menos lo material.
Pero siempre te queda la sensación de que ya te jode que te robe un muerto de hambre (con ansias de higiene por lo visto), pero que después te robe la peña del banco, compinchada con el perito (el cual tenía su carreraza de ingeniero de telecomunicaciones recién finalizada) te toca bastante las pelotas… en fin, más corre un galgo que un mastín.
6 comentarios:
Anónimo dijo...
Bueno, piensa que gracias a tu generosidad involuntaria es probable que algun caco maloliente que viaja a diario contigo en metro ahora huela fetén. En el fondo sólo haces que ganar :P
Coda dijo...
No es que lo piense, es que el vecino de abajo que es marroquis y que tiene pinta de no dar un palo al agua huele al perfume que nos chingaron... tenemmos un mosqueo del 15 porque cuando nos cruzamos nos mira mal pero a ver como vas a comisaria con el chaval de la oreja diciendole al poli de turno que huele bien y eso es ilegal... jeje
Mila-Z dijo...
Entrad en su chabolo. Si también encontráis el champús que sus mangaron es prueba concluyente a ojos del jefe de policía Wiggum.
A ver si con este incidente va Apa a dejar de ser progre :P
Coda dijo...
Cuando podemos echamos un ojo a ver si está la tele pero no hay manera de ver nada, cuando abren su puerta solo se ven colchones tirados por el suelo... así que bueno, todo sea por la higiene del prójimo...
El Apa no cambia, jeje.
Anónimo dijo...
Me he puesto nostálgica con tu slide.
Ains, la de veces que llegaba tarde al colegio por ver Bésame Licia...
Coda dijo...
Calla calla, yo me he hecho amiga de besame licia en el facebook, me encantaba el Borja, mucho mas que Sergio... esas greñas moradas! hasta grababa en el walkman sus canciones... porque dime tu a mi que hace un tio con la bandera de españa en el jerote!! eran tardes gloriosas en telecinco con la raqueta de oro, la gimnasta esa que no se como se llamaba... había tanto donde elegir..