Ayer fuí al teatro.
Es suficiente para crear un post porque hace años que no voy, normal. Si no es gratis no voy pero esta vez fue por una causa mayor, y es que el protagonista, el artistazo de Vicente, es un gran amigo mio del colegio, jeje. De esa gente que conoces cuando aun no tienes uso de razón y se queda ahí como amigo de parvulitos, y de COU, y de todo, y que siempre sabes que acabarán haciendo de asesino en una obra de redentoristas y monjas dóricas...
Pero esto no significa que sea parcial con su obra, nada mas alejado de la realidad...
La obra tenía un fin social o no se qué, pero no lo supieron explotar porque la peña se pensaba que los sobrecitos vacíos que daban a la entrada era un regalito para guardar sellos o colecciones de billetes de metro. Si digo que el "director" tiene cosa de veinte años, os podéis imaginar los diálogos:
-mari, vengo del partido de la facul, puf, pero he ganado
-jo, pues yo me pongo profundo con la imagen que dan las revistas de hoy en día de la juventud española... -no me digas? pues donde vamos esta noche?
-me voy a duchar
muy a lo Crepúsculo: sin sexo duro. Bueno, salió un tabletilla de chocolate de 17 años, que siempre es un buen reclamo porque siempre habrá mujeres maduras de 33 con ganas de ver mas (no quiero dar nombres pero es una flor que se deshoja y se cuentan los pétalos)...
Un aroma de adolescencia desaforada, de hormonas y torsos desnudos enmascarado con un velo de profundidad de textos que no se entendían si no hacías un buen comentario de texto con ellos... pos uno, no?.
La seriedad que necesitaba la obra la ponían los personajes de Vicente y Carmen, poco explotados a mi gusto cuando ellos eran el hilo argumental y el peso de la obra. Su director, el Damian no los supo aprovechar lo suficiente, prefirió dar mayor importancia a los 5 adolescentes de diálogos superfluos y cachas al aire. Estábamos ante un crimen sin resolver(¡con todo lo que podría haber dado de sí!), una mujer atormentada por no poder contar la verdad y un atractivo hombre maduro que da la espalda al público mientras juguetón asusta a su nuera... jeje, que morbo se podría haber sacado de ahí, que buenas cortinas tenía el teatro...
Una obra para pasar el rato, ovacionar a los colegas y reirte de los textos, pero nosotros lo hubiermos hecho mejor, la factoria "in the top"al poder.
Es suficiente para crear un post porque hace años que no voy, normal. Si no es gratis no voy pero esta vez fue por una causa mayor, y es que el protagonista, el artistazo de Vicente, es un gran amigo mio del colegio, jeje. De esa gente que conoces cuando aun no tienes uso de razón y se queda ahí como amigo de parvulitos, y de COU, y de todo, y que siempre sabes que acabarán haciendo de asesino en una obra de redentoristas y monjas dóricas...
Pero esto no significa que sea parcial con su obra, nada mas alejado de la realidad...
La obra tenía un fin social o no se qué, pero no lo supieron explotar porque la peña se pensaba que los sobrecitos vacíos que daban a la entrada era un regalito para guardar sellos o colecciones de billetes de metro. Si digo que el "director" tiene cosa de veinte años, os podéis imaginar los diálogos:
-mari, vengo del partido de la facul, puf, pero he ganado
-jo, pues yo me pongo profundo con la imagen que dan las revistas de hoy en día de la juventud española... -no me digas? pues donde vamos esta noche?
-me voy a duchar
muy a lo Crepúsculo: sin sexo duro. Bueno, salió un tabletilla de chocolate de 17 años, que siempre es un buen reclamo porque siempre habrá mujeres maduras de 33 con ganas de ver mas (no quiero dar nombres pero es una flor que se deshoja y se cuentan los pétalos)...
Un aroma de adolescencia desaforada, de hormonas y torsos desnudos enmascarado con un velo de profundidad de textos que no se entendían si no hacías un buen comentario de texto con ellos... pos uno, no?.
La seriedad que necesitaba la obra la ponían los personajes de Vicente y Carmen, poco explotados a mi gusto cuando ellos eran el hilo argumental y el peso de la obra. Su director, el Damian no los supo aprovechar lo suficiente, prefirió dar mayor importancia a los 5 adolescentes de diálogos superfluos y cachas al aire. Estábamos ante un crimen sin resolver(¡con todo lo que podría haber dado de sí!), una mujer atormentada por no poder contar la verdad y un atractivo hombre maduro que da la espalda al público mientras juguetón asusta a su nuera... jeje, que morbo se podría haber sacado de ahí, que buenas cortinas tenía el teatro...
Una obra para pasar el rato, ovacionar a los colegas y reirte de los textos, pero nosotros lo hubiermos hecho mejor, la factoria "in the top"al poder.
2 comentarios:
Anónimo dijo...
Jopetas tia... has sido un poco cruel ¿no?...
Justi dijo...
Hola Coda.
Ha sido un acierto encontrarte entre laberintos de blogueros, hasta yo lo soy... Te soy sincero, me encanta la cercanía de tus relatos, como si estuviéramos sentados en la mesa y me lo estuvieras contando.
Gracias, para mi la escritura es eso, oler la piel de quien se abre en sentimientos.
Un beso,
ya tu amigo,
Justi.