Ayer en la biblioteca me cogí un cómic estupendo llamado “Cruel Thing”, todo lleno de ilustraciones góticas en colores blanco, negro y rojo con mucha violencia y sexo explícito. Me cautivó por la ilustración, en realidad el texto ni lo miré, reconozco que no me gusta leer cómic y menos cuando va de rollos profundos, creo que en mi vida habré leído los tebeos que tenía mi primo en el pueblo cuando éramos ñajos de zipi y zape, el jueves cuando lo compraba mi hermano, y eso sí, la serie entera de Sailor Moon pero porque antes vi la serie de dibujos…

Para no gustarme, no se por qué coño me he metido en un curso de cómics que dura todo el año, ¿para decorar el currículum? Si a mi lo que me gusta es colorear.. Pero bueno, encantada de la vida de codearme con los frikis del barrio, incluida la Noe, en busca y captura por no devolver los libros prestados en el año que corresponde, jaja.

El taller lo dan en la biblioteca del barrio, totalmente gratuito. Cuando fui allí no pensaba que el tema diera tanto de sí. Entre el profesor y el alumno aventajado serían capaces de proveer a todos los coches que pasan por el puerto de Pajares con las cadenas que llevan puestas, ambos van de negro y dilatan sus pupilas ante la visión de un rectángulo… se pasan la mitad de las clases hablando de películas, libros, directores de cine, series viejunas, pintores, superhéroes… que yo ni conozco. Me siento como una intrusa. Imagino que igual que se siente la china adolescente que un día se trajo a sus amigas de clase al curso a dibujar sin hablar ni papa de español ninguna de ellas. Se pasaron las dos horas cuchicheando y dibujando figuras de manga con sus estuches rosas destripados encima de la mesa.



Lo que menos me mola es que es un terreno muy macho. Los superhéroes son dioses, en los momentos muertos los que entienden no paran de dibujar a Bátman en dolorosas posiciones escorzadas y a mujeres que en vez de pechos tienen esferas de acero que si te descuidas te sacan un ojo. Todos los autores de los que hablan son pives y encima se quejan de que en la novela erótica los hombres que querían escribirla tenían que hacerse pasar por tías… mamones, si todos los géneros son vuestros, dejadnos alguno a nosotras!.

En la clase me he reencontrado con un compañero del cole, uno que conocí a los 3 años y que ya a los 5 despuntaba dibujando… ahora es profesor de dibujo, él nos cuenta que en bellas artes el cómic es una materia denostada, qué fuerte, y a mi que me parece super complicado y bello que la gente pueda expresarse así… el otro día nos enseñó una tira hecha por él y mas de la mitad de la clase se empalmó mirándo sus dibujos… eso es arte.

Lo bueno es que iba yo esta mañana en el metro sentada alucinando con los dibujos porno que tenía, medio intentando ocultarlo ante ojos curiosos cuando un chaval vestido de hombre de negocios mayor se cambia de sitio para sentarse a mi lado y decirme: “qué es eso?”.
Eso es queso, qué queso es? El cigarral!...
Me he quedado un poco cortada, a ver si a mis años iba a ligar… ¿cómo que qué es eso? Un cómic, ¿no lo ves tío tonto, la bufanda half figuer te aprieta demasiado la yugular?... lo mismo cegado por el dibujo de unas grandes tetorras rojas y una tanga corrido se ha pensado que podría iniciar una interesante conversación conmigo, pero yo muy discreta y sin abrir la boca se le he enseñado la portada mirándole fijamente y he seguido leyendo…


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