El otro día estuvimos recordando cuando había dos cadenas de televisión únicamente... qué tiempos. Eran unos tiempos muy duros, no había crisis pero tampoco teníamos dinero para copas de yogur de chocolate y nata, ropas de marca, libros de texto de primera mano, tartas y bollos en días que no fueran cumpleaños, y evidentemente, no teníamos dinero para tener un vídeo. Vamos, que cuando le dijimos a mi padre de comprar un vídeo el contestó con toda seguridad: "vale, así nos llevamos la tele al pueblo".
Imagino que no podemos evitar de mirar aquello que nos produce sensaciones, sentimientos... sean buenos o malos. El otro día vi a las 7 de la mañana, mientras me tomaba mi glorioso Cola cao con galletas, como apaleaban al Gadafy hasta cargárselo... hubiera agradecido que esas imágenes estuvieran censuradas pero no fue así. Luego al comentarlo en el trabajo la gente decía: "pero qué se veía, qué?! " deseando que les narraras como le caía la sangre y como su cara de gili devolvía cada ostión. Pero lo más gracioso es que luego vamos de puritanos y si en un programa de televisión hacen un espectáculo de magia y simulan que le cortan la cabeza a Dani Martín (el del Canto del loco) la peña crea un trend topic del tema porque le parece una salvajada jugar con la ternura e inocencia de sus fans. Nos parece mucho mejor ver en la tele las asquerosas andanzas en carne viva de los colaboradores del Sálvame, mucho mas educativo que un truco de magia sin más... ¿por qué nos molará tanto el morbo? ¿por qué cuando queremos somos mas finos que el pellejo de una mierda? ¿por qué esa doble moral? me pregunto yo.
1 comentarios:
Apañao dijo...
Hay que ser memo para pensar que lo de Dani M era verdad, aunque lo pusieran en la wikipedia...