Hace cosa de 25 días me propuse hacer un cuento, y dicho y hecho. Os contaré como ha sido el proceso.
Un buen día, empiezo a comentar con mi colega Elisa que hoy en día los cuentos que hacen para niños suelen ser una mierdaka. Ambas decidimos que nosotras lo haríamos mejor... una noche de estas de calor supremo me viene a la mente una idea, al día siguiente me voy al Tiger y pillo un taco de hojas de acuarela de 300 gr por 8 pavos. Mi primer error.
Si vais a dibujar en acuarela, buscaros un papel que aparte de grosor (para poder manejarlo bien por ambos lados sin transparencias y sin que se combe) que tenga buen acabado. Idos a una tienda especializada, tipo La Riva en Tribunal, y compráis algo de calidad que no le salgan pelotillas cuando frotéis un par de veces con el Pentel Brush... lo compráis en gran tamaño (din A2) y vosotros mismos lo cortáis, os ahorrareis una pasta. Si lo vais a encuadernar vosotros (como he hecho yo) hacer cuadernillos finos para luego coserlos, no tardáis nada y queda mucho mas mono.
Os agenciáis unas acuarelas y unos rotuladores acuarelables. A mi me gustan mucho los Tombow, pero bueno, para gustos, los rotuladores... Los uso para perfilar lo que mi pincel no puede, además da mucha viveza porque los colores son más intensos que los de las acuarelas normales.
PLANIFICACIÓN.
Si no tenéis ninguna idea brillante en la cabeza pensad en algo que inquiete o atormente a vuestros hijos, algo que vosotros queréis decirle sutilmente, algo que queráis que aprenda o directamente, un cuento que os guste mucho a vosotros, versionarlo, metiendo a vuestros vástagos como protagonistas... Pensad que hay cuentos mierdas por ahí que se venden a saco... seguro que el vuestro es mucho mejor que la media, porque por lo menos estará hecho con ganas.
REALIZACIÓN
Primero tened bien claro los personajes. Dibujarles siempre con la misma ropa y colores. Con algo característico: una flor en el pelo, unas pestañas particulares, algo!. Está claro que yo no soy ilustradora, y así ha salido, que en cada página el tamaño de la cabeza o la longitud de las piernas de mis protagonistas iban cambiando, pero no pasa nada, porque el cerebro que es muy listo ve la continuidad en los rasgos que siempre se repiten.
Por error o acierto le dije a mi hijo que le iba a hacer un cuento, así que él me contestó que cuanto iba a tardar... como la presión de un jefe le tuve tras mi chepa día y noche diciéndome que para cuando lo tendría... así que me dí caña.
Cada día miraba un poco en Internet las posturas de mis personajes o paisajes que iba a hacer en mi cuento para practicar el boceto en otro cuaderno distinto... al principio hacía bocetos de todo, pero luego ya pasé a dibujar directamente en el papel de acuarela, total, yo soy mas bien pasional y lo que me sale a la primera suele ser lo mejor... pero entiendo que la forma adecuada es practicando antes. Como la interpretación de una melodía, cuanto mas practiques, mejor.
Tampoco os agobiéis mucho, yo al final hacía los dibujos con demasiadas ganas de acabar y eso se nota, daros un pequeño descanso si lo necesitáis.
ENCUADERNACIÓN
Una vez finalizados los dibujos tuve que irremediablemente que adaptarme a la no planificación inicial. No tenía cuadernillos, sino hojas sueltas, así que les hice agujeros en medio, de los de toda la vida y los até con hilo de cáñamo sueltecito para que se pudieran abrir 180º. Eso era para mi muy importante, que se pudiera ven las ilustraciones que ocupaban las dos caras perfectamente.
De tapas usé unos cartones de mis paquetes del Amazon... (tengo bastantes) que recorté adaptando al tamaño que yo tenía. Las pinté con témpera y dibujé mi portada con uno de los dibujos interiores...luego la forré para que no se me deteriorara mucho con el tiempo.
Para unir el cuadernillo de dibujos me hice unas guardas con papel adhesivo de color y boilá! Cuento al canto. No os podéis imaginar como mola la sensación de ver a tu hijo flipando con un cuento en el que sale él, su juguete favorito y su perro... es tan emocionante, que su hermana ya tiene otro!
Animo a todo el mundo a que se lance, porque en realidad no cuesta tanto y lo puedes guardar para toda la vida, y tampoco hace falta saber dibujar si lo haces ganas y con ilusión.