Un troll de pelo rojo, unos llaveros con forma de alien que se iluminan en la oscuridad, una figurita la mar de hortera del todo a cien que me regaló un admirador en mis tiempos jóvenes (tiempos de dificultades económicas de estudiante, por aquellos tiempos en que existía la peseta...), una almohada corroída que me ha acompañado toda la vida, un par de flores secas llenas de polvo, unos dibujos, una conexión a tarifa plana (el soporte que me daba acceso a ella lo he tenido que dejar, a él y los treinta virus que no pude desinfectarle ni con la ayuda de expertos de renombre compañeros de estudios del Gates...), un diario lleno de cartas que no le pude enviar a Bea, bolsas de ropa y de libros... Son esas cosas que tienes que llevarte cuando te cambias de casa pero que si lo piensas bien son una cagarra digna del cubo de la basura... ains, pero lo que valen! es toda una vida resumida en unas letras, unos objetos, unas imágenes, una textura que a nadie le dicen nada más que a mi.
Y es que por fin he emigrado, me he ido de casa de mis padres y me he dado a la vida en pecado de las recetas de Simone, las excursiones al Super a por aceite, al LM a por escobillas para el water y a Ikea a por un par de cubos de basura... a la vida de la independencia y la responsabilidad... ¿quién me lo iba a decir?, mis padres no que alucinan ahora que les digo que todos los dias me pongo a barrer o que cocino como una maruja con sartén y todo... jajaja, ¿quién me lo iba a decir?
Y es que por fin he emigrado, me he ido de casa de mis padres y me he dado a la vida en pecado de las recetas de Simone, las excursiones al Super a por aceite, al LM a por escobillas para el water y a Ikea a por un par de cubos de basura... a la vida de la independencia y la responsabilidad... ¿quién me lo iba a decir?, mis padres no que alucinan ahora que les digo que todos los dias me pongo a barrer o que cocino como una maruja con sartén y todo... jajaja, ¿quién me lo iba a decir?