A ver, esto es una tarde soleada en la que llevas un ratillo en casa solo y te das cuenta de que te mueres de hambre y hace dos meses que no haces la compra... coges y te vas a comprar al Carrefour, al Champion, o donde te pete.
Una vez realizadas las compras estás tan contento en la cola esperando y empiezas a ver como la gente aparte de la tarjeta de crédito, unos cuantos vales de papel sudao y el denei, entregan además un llavero supercutre que consiste en un plastiquillo asqueroso con el logo de alguno de estos establecimientos. Lo pasan por el código de barras y todos quedan tan contentos. Entonces llega tu turno. Como siempre sacas tus monedas de céntimo esperando hacer la buena acción del día dándoles a ellos tu chatarra, porque así les haces el favor y ellos siempre tienen cambio.., y cuando vas a hacer la transacción, la horrible pregunta:
- ¿tienes tarjeta iris?
- ¿mande?
- tarjeta iris, para que te den puntos- esto último con cara de desprecio...
- pues va a ser que no
- (gesto de incredulidad de la cajera añadido al del pensamiento que llena el super: "ignoranteeeee").
Entonces te miran mal, no eres del club, no eres uno de los suyos, eres un atestado, seguro que incluso compras en el Día... eres un cutre.
Esto te pasa un día sí otro también, y al final caes, como hice yo en el Carrefour.
Después de seis meses acumulando puntos me salíó un cupón regalo de 69855485 puntos, equivalentes a un euro y medio,¡¡ guay!!, me piré rauda y veloz al susodicho centro cuando me entero de que la compra que he de hacer para canjealos ha de ser superior a 6 euros. Entonces me compro un libro sobre el cuidado de las plantas y su relación con las fases lunares que no quería ni necesitaba ni me leí...
(Pero no me digais que el título no mola)
Al poco me voy a la óptica, otra vez con la sonrisita de sí tengo la tarjeta Oro y que si me la quiero hacer y opción a miles de ofertas la mar de interesantes.
Todos los días me preguntaban por qué no la tenía, al final harto de dar explicaciones caes y te la haces pensando que así acaba todo, pero no: todos los días la misma pregunta, y la misma respuesta;
- la has traido
- ¿lo qué?
- la tarjeta oro que te hicimos, venga, sácala
- es que... mese ha olvidao.
- anda, sácala!!
- ...
Cara de asco al canto. Les he fallado, lo sé, confiaban en mi, pero es que son muchas tarjetas. Me voy al Fnac... Aquí si eres socio te dan un punto por cada tres millones de pesetas que te gastas, que el día del socio se duplica (son dos sábados al año que el fnac abre de noche y te dan una copa de champan asqueroso y una camiseta que ni te vale, ni te gusta ni ná), si el sábado es de año bisiesto y se alinean los planetas, entonces los puntos se triplican... el carnete al principio no vale nada, al año te soplan unos 10 euros por él (es como la droga, la primera vez es gratis, cuando estés enganchao no te fia ni dios). Así que mejor lo dejo pasar...
Ahora ando tras el carnette del BodyBell, con opción a vales de 10 céntimos de descuento en él próximo pintalabios gloss que te compres siempre y cuando tus compras sean superiores a 20 euros y entre los productos incluyas una caja de cuchillas de afeitar del ocho... es lo que tiene. Pero lo necesito porque a veces hacen unos pack de regalo de la ostia, que un día acabé gastándome 60 euros en cremas Clinique para que me regalaran un neceser y ahora el neceser no lo uso y las cremas me dan alergia... pero si hubiera tenido mi tarjeta con los puntos me podría haber comprado un necesser que sí fuera a usar, ¿no?