Hay veces que la historia de España se te pone delante y te dice: "eh mira! flipa con lo que somos!", y eso es lo que me ha pasado estas vacaciones en el Pirineo.



Estábamos nosotros en el coche camino a Ordesa por una carreterita muy mona cuando empezamos a ver pueblitos buenos de los de verdad abandonados. Esto es algo bastante frecuente sobretodo si vas por Guadalajara, que son pueblos de mala muerte incomunicados con cuatro casillas mal hechas y unas tierras que ni para sembrar trigo valen pero aquí en el norte sorprende. Pasamos por pueblos de casas de tres plantas hechas con pedrolos de los buenos, chulas de verdad y encima cerca de rios, y así unos cuantos mas de seguido. Nuestra sorpresa fue llegar a un mirador en el que ya se veía un pueblo entero, con su iglesia y todo totalmente abandonado al lado de río Ara, rio paradisiaco de aguas turquesas donde las haya... ¿y como es esto posible? ¿quién querría irse de aquí? pues nadie.

Mirando en internet vimos que todo esto fue una movida de los años cincuenta, años de pantanos en los que la energía hidroeléctrica era la dueña y señora del norte de España. La empresa Iberduero (ahora Iberdrola) decidió hacer un pantanako gigante en esas tierras güenas y ni se le ocurrió preguntar a nadie. Así expropiaron y expulsaron forzosamente a 150 familias de los pueblos de Jánovas, Lavelilla y Lacort, a orillas del río Ara, Albella, Ligüerre de Ara, Javierre de Ara, Santa Olaria y Burgasé. Cosas normales de aquella España. Lo que no es normal es que ante las negativas de la gente del lugar, decidieran dinamitarles las casas, destruir las acequias, talarles frutales y olivos, cortarles luz y agua... y hasta entrar en la escuela a la fuerza y llevarse a la profesora en volandas mientras le cae la puerta a uno de los alumnos encima. Esto es lo que ocurrió en Jánovas.

Pero lo mas cachondo de esto que es tipical spanish es que el pantano nunca llegó a hacerse. El Estado obligaba a Iberduero a destinar parte del agua a los regadíos a la comarca de Monegros, una zona que es semidesertica y que por razones que nunca entenderemos, se quiso hacer de regadío. Es una costumbre muy nuestra pensar que podemos cambiar la naturaleza a nuestro antojo, cambiar el curso de los rios, el clima... con la excusa de "agua para todos,dinerito para mi", parece que todo vale, pero es que el paneta no funciona así. Total que la empresa no quería perder parte de los beneficios, y al final el pantano no se hizo, pero lo mas grave es que estamos en el 2012 y eso sigue igual, después de informes de impacto ambiental y muchas movidas el único avance es que ahora les dicen que les devuelven sus tierras y punto pelota, que es la ley, pasandose por el forro el atropello que cometieron con esta gente. 

Pedazo de baño que tiene el rio, comprobado, jeje.
Y es que a veces pienso que nunca vamos a cambiar y que ahora estamos peor que nunca porque al final cuando hay dinero por medio parece que todo vale, y no es así. Y pienso en esas generaciones de chavales a los cuales no les han dejado bañarse en el rio de su pueblo, el rio Ara... y me da por pensar que en otros países esto no ocurriría.