Ayer supe como se sentía Carmen Ruso abandonada en el olvido allá en la última playa...

Una vez empezadas mis merecidas vacaciones, decidimos ir a estrenarlas a la sierra de Madrid, a la pedriza pa echarnos unos baños lejos de las decenas de madrileños cargados de toallas, leches bronceadoras, carritos con los niños, flotadores, bocatas de chope, botellas de fanta de dos litros y demás... nos fuimos a la naturaleza a bañarnos solos, tranquilamente, rodeados de vegetación salvaje y el frescor de las ñordas de vaca.

Cuando esperábamos verlo todo vacío de coches no fué así, empezó a cundir el pánico pero tuvimos suerte y enseguida divisamos una poza estupenda, resguardada, con distintos tipos de piedra para tomar el sol, escalonada para entrar al agua, con distintas profundidades para bañarse y con una zona de arbustos con sombra para comer... raudos y veloces distribuimos todas nuestras posesiones por ella a falta de una bandera de nuestro barrio que indicara a los intrusos que aquella poza ya estaba colonizada, jiji.

Y nos fuimos a comer, detras de las ramas sacamos nuestros bocatas de lomo, la navaja de albacete y la bebida que se enfriaba entre unas rocas... cuando de repente una pareja de forasteros, allá en la roca de enfrente, empiezan a comentar y a mirar con cara de deseo y envidia nuestra poza... en esos momentos esperé que la voz de Jesus Vazquez me hablara y que entonces salieran los teléfonos para que la audiencia decidiera... y es que me da igual que la gente diga que nosotros no habíamos convivido con nadie, ese charco era nuestro, lo conocíamos de cabo a rabo, allí habíamos pasado los mejores momentos de la mañana... habría dado mi sangre por demostrarlo!!
y finalmente la audiencia decidió y los pedorros esos se piraron...
aunque luego llegaron otros, y se quedaron, pero se puso a llover y se piraron cagando leches, no como nosotros que somos los aunténticos supervivientes de la edición de ayer... jiji